martes, 14 de diciembre de 2010

MANIFIESTO PARA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA LENGUA MATERNA

La lengua materna, también llamada idioma materno, lengua nativa y primera lengua, es el primer idioma que aprende un niño desde su nacimiento.

La lengua materna es la lengua con la que una madre arrulla a su bebé, lo duerme, lo consuela y le canta las nanas y las canciones que a ella le cantaba su madre, y a ésta su abuela… Es la lengua con la que, más tarde, la madre llama a su niño, le riñe, le explica lo que es bueno y es malo… y, en definitiva, es la lengua con la que el niño aprende a ver y a apreciar la vida.

La lengua materna se llama así porque tradicionalmente la madre es la que realiza las funciones señaladas. Es la principal trasmisora del lenguaje en los primeros años.

La lengua materna condiciona sobremanera los aprendizajes posteriores, ya que ésta es la base del pensamiento y configura una manera especial (y distinta, afortunadamente) de observar la realidad, de ver y de sentir la vida y el mundo que nos rodea. Por este motivo, la lengua materna de un niño es fundamental en la educación, ya que condicionará su modo de comprender y aprender, así como su manera de organizarse en la vida.

En ningún momento se considera primera lengua a la lengua “oficial” (mayoritaria o no) de un lugar determinado, sino a la primera que un ser humano aprende en el contexto familiar. Este hecho es incuestionable.

Ceuta es una ciudad multicultural, y en ella habitan ciudadanos que poseen como lengua materna el español, el árabe ceutí, la jaquitía y el shindi. Las dos primeras son las lenguas con un mayor número de hablantes.
  

La lengua castellana es la lengua oficial de Ceuta, la institucional, la que se utiliza en los organismos oficiales y en la que se imparte enseñanza. Además, es la lengua materna de gran parte de la población ceutí.


Por otro lado, el árabe ceutí es la lengua materna de aproximadamente el 40% de la población y constituye un bien patrimonial de muchos ciudadanos. Como reconocen los filólogos dedicados a esta cuestión, es un código lingüístico con entidad propia que se diferencia de otros dialectos norteafricanos precisamente por el gran número de hispanismos que contiene (fruto del contacto lingüístico y cultural con la lengua española).

La Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos indica, en su artículo 23, que “toda comunidad lingüística tiene derecho a usar su lengua y a mantenerla y potenciarla en todas las expresiones culturales. En efecto, la lengua es el refugio ancestral de nuestra alma y nos corresponde situarla en el lugar que se merece.


Pretendemos con este manifiesto que se aprecien y valoren en su justa medida las diferentes lenguas maternas que existen en la ciudad y que sirven de vehículo de comunicación y de expresión de inquietudes y sentimientos entre sus habitantes.

La lengua materna es un bien patrimonial que merece una necesaria valoración para que nuestra ciudad transite de la multiculturalidad a la interculturalidad y hacia la verdadera integración.

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